Como ya sabréis, ya tuvimos un Pleno Extraordinario y Urgente sobre el tema en noviembre. Sin embargo, hemos tenido que repetir el debate puesto que no se justificaba la urgencia del pleno de noviembre al tener de plazo el equipo de gobierno marzo de 2016 para aprobar la medida, en lugar de enero, como se pensaba. Para nosotras, tiene una cara buena y otra menos buena. La cara buena es que, al contrario que sucedió en noviembre, hemos tenido tiempo de preparar como es debido nuestra postura y argumentos y la menos buena es que el proceso, en general, ha dejado mucho que desear, estando de hecho en la legislación vigente la posibilidad de retrasar hasta marzo el proceso. Esto nos invita a exigir que este tipo de errores administrativos no deben volver a repetirse.
Nos hubiese gustado que este tema hubiese estado encima de la mesa hace meses, con tiempo suficiente para tener un debate sereno y amplio entre todas las fuerzas políticas y haber podido llegar a un acuerdo mayor. Esperamos que estas cuestiones puedan resolverse mejor en el futuro.
Echando la vista atrás, hay que explicar el por qué de la revisión del IBI. Es preciso indicar que esta revisión se lleva a cabo debido a la aplicación, por parte del gobierno central, de un coeficiente de decremento de 0,77 en el valor catastral de los inmuebles urbanos. Es decir, que la base imponible, sobre la cual el Ayuntamiento aplica el gravamen del IBI, desciende un 23%. Esto implicaría que, proporcionalmente, el Ayuntamiento recaudaría un 23% menos en concepto de IBI de urbana de cara a los presupuestos de 2016.
Es por lo anterior por lo que el equipo de gobierno sube el gravamen de urbana del 0,47 que se lleva aplicando desde 2.007 a 0,58 (proceso de "ajuste" que se está llevando a cabo en otros municipios donde también se ha producido el decremento por parte del gobierno).
Para ver la incidencia del ajuste, tenemos que poner encima de la mesa algunos números, la mayoría relacionados con 2015, a cuyos presupuestos tenemos acceso.
En 2015, el IBI (urbana + rústica) supuso el 23% de los ingresos del Ayuntamiento. Es decir, uno de cada cuatro euros vino directamente por este concepto, siendo un total de 1.233.000 euros. Si no se cambiase el gravamen de cada a 2016 y se mantuviera únicamente la rebaja del 23% del gobierno, el Ayuntamiento dejaría de percibir más de 280.000 euros, lo que supondría el 5% de los ingresos totales.
¿Qué supone la bajada del IBI por cada recibo?
Por otro lado, el equipo de gobierno asegura que, de media, el ajuste del IBI repercutirá en un rebaja del 5% para cada inmueble. ¿Qué significa esto? Pues que, de media, cada recibo bajará unos 15 euros al año (el recibo medio está alrededor de los 300 euros) o 1,27 euros al mes.
Como vemos, en general la rebaja no es significativa en términos económicos para los bolsillos de los trabuqueños. Cabe preguntarse entonces por qué el equipo de gobierno no ha aprovechado para bajar más el IBI.
Variación anual del recibo medio del IBI entre 2015 y 2016.
¿Afectaría mucho a los ingresos para el presupuesto?
Cabría esperar que el equipo de gobierno no ha bajado más el IBI por miedo a afectar al presupuesto. Sin embargo, y teniendo en cuenta el presupuesto de 2015, la rebaja del 5% del IBI sólo afectaría un 1% a los ingresos del Ayuntamiento (unos 60.000 euros).
Variación de los ingresos presupuestarios teniendo en cuenta la bajada en el IBI del 5%.
Nota: los demás ingresos se consideran en 2016 iguales a 2015.
¿Existen más ingresos relacionados con el IBI para 2016?
Según el informe al que hemos tenido acceso es posible que lo que se recaude en 2016 por rústica aumente casi un 4% pese a la rebaja, ya que aumentará la base liquidable.
Por otro lado, y según el mismo informe, se ha realizado un proceso de Regularización Catastral por el cual se han tramitado 120 nuevos inmuebles que deben más de 260.000 euros en impuestos. Entendemos que, de cobrarse en su totalidad en 2016, superan con mucho la rebaja del equipo de gobierno, pudiendo haber sido más ambiciosos a la hora de proponer la rebaja.
¿Qué antecedentes hay?
En nuestro pueblo, según los datos del Patronato de Recaudación de la Diputación de Málaga, lo percibido por el recibo del IBI no ha dejado de subir desde 2.007, precisamente el año en el que comenzó la crisis económica. Entendemos que los ingresos por IBI deben tender a estabilizarse y parar de crecer lo que nuestros vecinos tienen que pagar por este concepto. No entendemos a aquéllos que, habiendo podido hacer mucho más en el pasado (como poner el tipo al mínimo, 0,4 en lugar de 0,47, lo que habría supuesto en 2015 un ahorro medio de 45 euros anuales) se empeñan ahora en hacer ver el ajuste como una subida de impuestos.
Del mismo modo, es justo indicar que los altos valores de los inmuebles de nuestro pueblo responden también a una determinada política de vivienda y suelo. Dado que los valores oficiales vienen de los años de burbuja inmobiliaria, es preciso aprender y tomar medidas para que los valores no se vean artificialmente elevados. Es decir, hacer políticas de vivienda teniendo claro que ésta es un derecho a garantizar y no un negocio con el que lucrarse de manera desorbitada.
¿Cuál es nuestra postura?
En el pleno del día 28, nos ABSTUVIMOS remarcando el carácter crítico de dicha abstención, debido a que no consideramos que sea una bajada significativa y entendiendo que será en los próximos presupuestos donde podremos evaluar si lo que se va a recaudar por este impuesto repercute positivamente en las personas de menor renta y la clase baja y trabajadora de nuestro pueblo. Será entonces cuando analizaremos la política que lleva a cabo el equipo de gobierno actual.
¿Qué proponemos desde Trabuco para la Gente?
Nuestro grupo ha tratado de ser lo más honesto posible. Con los números por delante, sabemos que ha habido, en efecto, una bajada en los recibos del IBI, pero por otro lado, esta bajada no podemos considerarla significativa. Además, debemos tener claro que el IBI, tal cual está concebido en la actualidad, no tiene efectos progresivos, es decir, afecta igual en proporción a las personas y familias que más difícil lo tienen que a las que se encuentran en mejores condiciones económicas.
Por todo ello, Trabuco para la Gente se compromete a trabajar en un futuro próximo para hacer este impuesto lo más justo posible, estudiando las posibilidades en:
- Estudiar las posibles mejoras en las bonificaciones por familia numerosa (está en el 50% y puede llegar hasta el 90% de los recibos) y por instalación de energía solar (está en el 30% y puede llegar hasta el 50%)
- Estudiar la posibilidad de gravar las casas vacías, dentro de una política de vivienda más amplia con el fin de que se pongan en disposición de uso.
- Subvencionar a posteriori sobre el pago del IBI para familias en riesgo de exclusión y otros colectivos vulnerables.
- Trabajar para que la revisión de la ponencia de valores se realice más frecuentemente y de forma justa.
CONCLUSIONES:
- Trabuco para la Gente entiende que el "ajuste" del IBI no puede ser entendido como una bajada significativa que afecte positivamente a la economía de las familias del pueblo.
- El momento de evaluar si este impuesto es justo o no serán los presupuestos, a aprobar en enero de 2016.
- Pese a lo que comentan otros grupos políticos, el ajuste del equipo de gobierno, no puede ser considerado una subida de impuestos pese a que se suba el gravamen, ya que los recibos se reducirán un 5% de media.
- Entendemos que este ajuste deberá ser reconsiderado en el medio plazo y en todo caso antes de que finalice la legislatura, a fin de ajustar el recibo del IBI a la precaria situación de muchas familias de nuestro pueblo.
A los números se les pueden dar todas las vueltas que se quiera para justificar lo que queramos, pero la honestidad no tiene vuelta posible. O se es honesto, o se está jugando con lo que es de todos. En efecto, hay bajada en los recibos, pero de ningún modo incide en gran medida de manera directa en la economía local ni en las personas que más lo necesitan.
